La artrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa que se caracteriza por provocar un desgaste del cartílago articular de la misma. Suele presentarse en personas mayores, aunque también puede manifestarse en pacientes jóvenes que hayan sufrido algún tipo de lesión en la articulación. El hecho de que la artrosis se dé en la rodilla se debe a que se trata una de las articulaciones que más sufre debido al hecho de tener que soportar el peso del cuerpo desde el momento en que empezamos a caminar. En cuanto al desarrollo de la patología, es progresivo, por lo que el dolor va aumentando de forma gradual hasta llegar a convertirse en una dolencia que puede ser limitante.
Antes incluso de pensar en opciones de tratamiento, es recomendable conocer los principales consejos que se pueden seguir si se busca cómo frenar la artrosis. Tenerlos presentes y aplicarlos en el día a día puede suponer un cambio radical en la forma de convivir con esta dolencia, y lo mejor es que no requieren de grandes esfuerzos por parte de los afectados.
La mayor parte de ellos se centran en cómo gestionar el dolor en la rodilla y los tejidos circundantes, así como en la mejora de la movilidad y la prevención de un mayor desgaste articular.
Saber identificar los síntomas de la artrosis de rodilla a tiempo es importante para buscar atención médica adecuada con la que poder prevenir el avance de la enfermedad. Detectar este tipo de artrosis en sus etapas tempranas puede suponer una alivio de los síntomas y una calidad de vida mayor, por eso conviene prestar atención a los siguientes signos.
En cuanto a cuántos años se puede vivir con artrosis, una cuestión que suele preocupar a las personas que la sufren, lo cierto es que esta dolencia articular no afecta en modo alguno a la esperanza de vida. Sin embargo, sí que altera de forma negativa la calidad de vida, de ahí que sea importante atajar estos síntomas lo antes posible tras identificarlos.
El tratamiento de la artrosis de rodilla busca aliviar los síntomas con el objetivo de devolver el bienestar al paciente. A día de hoy no existe una cura definitiva para este tipo de afección, pero sí que existen diferentes tratamientos que pueden ayudar a mejorar el día a día de quienes la sufren
El primer paso se trata en intentar mejorar la situación del paciente mediante tratamientos conservadores. Esto incluye la realización de ejercicios específicos cuya eficacia en estos casos está probada y que están orientados a fortalecer la musculatura de la rodilla, mejorar la movilidad y disminuir el dolor. A su vez, es recomendable llevar a cabo algunos cambios en el estilo de vida, como reducir el peso corporal y encontrar otros modos de realizar ciertas actividades que han podido estar agravando el problema.
Además, de ser necesario, se puede recurrir a soportes ortopédicos como plantillas o aparatos que ayuden al paciente alinear correctamente la rodilla y a redistribuir el peso de forma más uniforme sobre la articulación.
Por último, en los casos avanzados en los que el enfoque conservador no consigue aliviar la sintomatología de la artrosis de rodilla, el equipo médico del Hospital La Zarzuela puede plantear la necesidad de realizar una intervención quirúrgica, que a su vez puede implicar o no la sustitución total o parcial de la articulación por una prótesis de rodilla.
Bajar de peso, no impacto, fortalecer musculatura sin impacto, fisioterapia, conversador infiltraciones, quiúrgico pequeña artroscopia, y prótesis de rodilla en su modalidad estándar o robótica.
Los ejercicios específicos, destinados a fortalecer la rodilla y a obligarse a moverla de forma controlada, pueden ser muy beneficiosos para aliviar los dolores en la articulación.
Así, resulta muy positivo realizar ejercicios de estiramiento para mejorar la flexibilidad, o de fortalecimiento, para dar mayor soporte a la articulación. Algo muy habitual es preguntarse si es bueno andar para la artrosis de rodilla, y lo cierto es que no es malo, pero siempre y cuando no se haga durante más de 20 minutos al día, a un ritmo suave y sobre un terreno llano. Esa misma recomendación sirve también a la hora de montar en bicicleta.
También es recomendable nadar, o acudir a un balneario en el que poder realizar ejercicios acuáticos flotando, lo que reduce el impacto sobre la articulación.
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